Uñas


La uña de los perros está formada por lo que conocemos propiamente como uña que se compone de queratina y células muertas endurecidas, es por ello que no les duele al cortarlas, pero también corre por su interior una vena con la que tenemos que tener cuidado al cortar si no queremos herir a nuestro perro.

Esta vena que se encuentra en el interior crece a la vez que la uña, por lo que un perro con uñas largas tendrá también venas más largas que un perro con las uñas cortas. ¿En qué se traduce esto? Pues que al perro con uñas largas es probable que no podamos cortárselas como deberíamos e igualarlas al de las uñas cortas puesto que estaríamos cortando vena, algo que, aunque no sea grave, es muy doloroso

Crece de forma constante, como dos laminas laterales que se fusionan dorsalmente.

La dermis es la parte que aporta irrigación sanguínea y la invernación a la uña.

Cuando se corte la uña nunca hay que llegar a la dermis.

Aunque pueda parece un tema sin importancia, el largo de las uñas es clave para la salud de nuestro perro. Un perro que no desgasta de forma natural sus uñas y no tiene a nadie que se preocupe de cortárselas puede llegar a sufrir graves problemas posturales.

Cuando las uñas crecen empujan al pie del animal hacia arriba, por lo que el punto de apoyo de cada pata disminuye en superficie. Por decirlo de manera más cercana, es como si tuvieran que llevar tacones todos los días de su vida. Esto ejerce una presión en sus músculos y huesos que puede llevar a nuestro perro a sufrir una vejez dolorosa.

Por último, debemos tener en cuenta los espolones. Son esas uñas que quedan más arriba del pie del perro, que no tocan el suelo y son vestigio de la antigua anatomía de la que los perros evolucionaron. Como no sufre ningún desgaste, es una uña que crece más que el resto y que si no se mantiene puede llegar a curvarse demasiado y clavarse en la piel del perro provocándole una herida.

Cortar las uñas es una rutina de higiene muy sencilla y saludable para nuestra mascota, que puede ser realizada tanto en casa como por el veterinario o el peluquero, y es recomendable que se realice una vez al mes.