Peluquería felina


Los gatos son aseados

Entre las virtudes de los gatos se encuentra, al contrario que los perros, que son muy aseados. Para el baño diario utilizan su propia lengua, ya que su aspereza les permite retirar la suciedad. Esto es así debido a la anatomía de la lengua, la cual cuenta con filas de cutículas que permiten atrapar cualquier tipo de suciedad que se encuentre entre su manto.

Pero esto no quiere decir que no necesiten visitar la peluquería, y esto va a depender del tipo de pelaje que tengan.

El tipo de manto de los gatos

Independientemente de la largura del pelo, el manto está compuesto por dos tipos:

  • El pelo primario, tiene la textura y color propios de cada gato. Se encarga de proteger la piel de los agentes externos como, el sol (rayos UVA), la lluvia, heridas, contaminación, parásitos, calor...
  • El pelo secundario, es de textura lanosa y carece de brillo y color. Su función es la de proteger del frío. El pelo secundario crece mucho más rápido que el pelo primario, así que cuando rasuramos el manto de un gato, la piel, que nunca debe quedar expuesta, generará mucho pelo secundario, que es el que menos le cuesta recuperar.

Por esto es muy importante, recibir una adecuada formación de peluquería felina, ya que por desconocimiento (de los peluqueros) y comodidad (de los dueños), siempre se ha tendido a afeitarlos, cuando realmente nuestra prioridad debe ser mantener sano el pelo primario, para así tener una piel sana y protegida.

Podemos decir que los gatos tienen un manto de doble capa, como algunas razas de perro (Chow Chow, Samoyedo, Pastor Alemán...).

Por ello, realizan 2 grandes mudas al año: en verano se desprende gran parte de pelo secundario para pasar los meses más calurosos, y en otoño el manto se renueva para la llegada del invierno.

Sin embargo, los animales que viven en el interior de casa pueden ver alteradas sus mudas debido a la calefacción y aire acondicionado, por ello tiran pelo todo el año.

¿Qué debemos hacer?

Cepillarlos a menudo para evitar nudos y pelos por toda la casa.

¿Por qué no debo rasura el pelo de mi gato?

La mayoría de dueños de gatos se quejan de la pérdida de pelo de sus compañeros y, por ello, creen que la mejor solución es rasurarlos.

Pero más allá de evitar el problema esto lo agravará, ya que la piel, al verse expuesta, necesitará protección, y el pelo secundario será el que más rápido crezca, por lo que “ahogará” al pelo primario, lo que puede ocasionarle alopecias “post clipping” o “post rasurado” y, además, aumentará su cantidad, por lo que en cuanto mude caerá aún más pelo.

Otro motivo para querer afeitarlos es el calor cuando se acerca el verano. Esto es un grave error, ya que desvistiéndolos por completo dejamos la piel expuesta a quemaduras solares y, además, pasarán más calor que con su pelo primario libre de muda y nudos.

¿El rasurado puede afectar a su comportamiento?

Sí, ya que el gato percibe todo su entorno a través de su pelaje. Al no tenerlo los estímulos se multiplican, llegándole a causar cuadros de estrés. Además, si convive con otros gatos, puede ocasionarle problemas de convivencia, ya que le quitamos su capacidad de encresparse o “bufarse”, herramienta que utiliza para mostrar su estado de ánimo a otro.

Indicaciones:

  • Solo rasurar en caso de total abandono, siendo imposible salvar el pelo por los nudos. Intentar evitar a toda costa llegar a esto.
  • Si los nudos están localizados en algunas zonas (axilas, zona ventral, cuello, culete...), rasurar dichas zonas y el resto deslanar.
  • Mantener cepillados constantes en casa para evitar la caída del pelo y los nudos.
  • Visitar al menos una vez al mes (razas de pelo largo) la peluquería para un plan de mantenimiento.
  • Los gatos no necesitan baño, son animales muy limpios, se acicalan ellos mismos todo el día y sólo lo haríamos en caso de mucha suciedad y si lo tolera No hay que someterlo a un estrés innecesario.