¿Cómo bañar a tu perro?


El baño de nuestro perro es un papel fundamental en la salud de la piel y el pelaje ya que ayuda a estar libre de parásitos o infecciones de la piel.

Para ello siempre usaremos productos de buena calidad que hoy en día podemos encontrar en nuestros salones de peluquería canina, donde os podremos aconsejar qué producto sería perfecto para el manto y piel de tu mascota.

Bañar a tu perro a veces puede ser un gran reto, en el que seguro acabareis ambos empapados de agua.

Antes del baño hay que tener en cuenta que los perros tienen mayor temperatura que los humanos, entre 38ºC y 38,5ºC, por lo que el agua siempre tiene que estar calentita para que a ellos no les dé sensación de frío.

Hay que preguntarse qué materiales debemos usar:

  • Bote dispensador, para diluir el champú con agua.
  • Champú limpiador, para eliminar la suciedad.
  • Champú adecuado para su piel o de tratamiento, para dejar actuar.
  • Mascarilla.
  • Mesa o sitio alto.
  • Toalla.
  • Secador.

Iremos paso a paso:

  • Prepararemos el champú limpiador a usar, diluyendo en agua, una parte de champú y el resto de agua para que se homogénee bien. Aunque en las indicaciones del producto vendrá las medidas de como hacerlo. El agua tiene que estar templada para una mejor dilución y también y porque el perro, al tener la temperatura más elevada que los humanos, la sentiría más fría y le daría más sensación.
  • Llega el momento de meter a la bañera o ducha a nuestro perro, dependiendo del tamaño se os dará mejor o peor. Siempre intentad que sea un momento tranquilo en el que el perro note seguridad. Las bañeras y duchas son de un material liso el cual ellos se pueden escurrir, si le facilitamos alguna base de goma o rugosa, le ayudaremos a mantener la calma y disfrutar de nuestro momento como amigos.
  • Cuando abrimos el grifo del agua con mucha presión al perro le asusta por el ruido que hace y al que no está acostumbrado, por lo que os aconsejo que el grifo tenga presión suave. Siempre empezaremos a mojarlo de atrás hacia adelante, dejando la cabeza para lo último, ya que cuando ellos notan agua en la cabeza empezaran a sacudirse y nos mojaremos los dos a la vez.
  • Nos tenemos que asegurar de empapar, que no es lo mismo que mojar, todas las partes del cuerpo, asegurándote que esté completamente empapado y así facilitarnos el proceso de enjabonarlo.
  • En los perros las partes del cuerpo que más se ensucian son las zonas higiénicas, patas y cara, pues en esas zonas serán donde más aplicaremos champú sin dejar de lado el resto del cuerpo.
  • Procederemos a frotar con las manos en sentido paralelo al perro y de arriba hacia abajo, nunca haciendo círculos, pues crearemos nudos. Con los dedos rozaremos la piel e iremos hacia afuera.
  • En las patas de igual modo, de la raíz del pelo hacia afuera; así conseguiremos con nuestros dedos profundizar en la piel eliminando células muertas y arrastrando mayor suciedad.
  • Seguidamente lavaremos la cabeza con mucho cuidado, echaremos agua con presión suave para no asurar al perro y las orejas las pegamos a la cara para que no les entre a los oídos. Después, echamos el champú con cuidado de que no le caiga en los ojos, limpiando bien la boca y de dentro hacia afuera junto con lagrimales, donde siempre se hacen legañas. Si tenemos un peine fino tipo lendrera mejor para ayudar a eliminar la suciedad. Hay que tener en cuenta que los lagrimales son muy sensibles, con la dermis muy fina y que les podríamos hacer heridas al dejarles las legañas durante mucho tiempo y quitarlas con fuerza.
  • Retiramos el champú siempre con agua con presión suave y aclaramos el resto del cuerpo, siempre aclarando muy bien sin dejar residuos de champú, ya que le podría hacer tener una reacción e irritarle mucho.
  • ¿Cómo sabemos que no quedan residuos de champú? El champú en contacto con el agua genera mucha espuma blanca que cuando la enjuagamos hace como destellos. Conforme vamos eliminando la espuma con el aclarado del pelo van desapareciendo los destellos, pero nos tenemos que asegurar sobre todo en las zonas con la piel más sensible como los genitales y barriga.
  • Se repetiría el mismo proceso para el champú adecuado a la piel o de tratamiento.
  • Para tener un pelo bien cuidado, sedoso y fuera de nudos nos ayudaremos de una mascarilla en el baño. Echaremos un poco en un bote de diluir y con agua calentita la agitamos para poder llegar a hacerla cremita, y así llegar a todos los pelos del cuerpo. Aplicamos de mitad del pelo a las puntas y dejamos hacer efecto unos minutos, después aclararíamos sin dejar residuos en el cuerpo.
  • Llega el momento de escurrir toda el agua, y para ello nos ayudaremos de nuestras manos para eliminar el agua que podamos ayudándonos con una toalla. Nunca frotaremos, solo apretaremos contra el cuerpo para quitar el mayor líquido posible. Si frotamos generaremos nudos difíciles de quitar.
  • Ya habiendo quitado la mayor humedad posible tendremos que llevar a nuestro amigo a una mesa o un sitio alto para ayudarnos a secarlo con un secador con temperatura templada, pues el calor en exceso le puede producir quemaduras a nuestro perro.

Muchas veces nos preguntamos por qué se sacude el perro cuando le echamos agua. Pues bien, tiene su significado, y os vamos a resolver este gran enigma de por qué siempre nos empapan en el baño.

Simplemente buscan secarse tras haberse bañado o realizado un paseo en días lluviosos. Se estima que, al sacudir su cuerpo, los perros pueden eliminar hasta el 70% del agua acumulada en sus pelos y su piel.

Los perros tienen la necesidad instintiva de secarse por diferentes motivos. Primero, porque su manto es mucho más pesado cuando está húmedo, lo que dificulta su movilidad y genera cierto malestar. Al sacudirse, el perro obtiene un alivio inmediato por sentirse más pesado y puede recuperar su agilidad.

Por otro lado, en los días calurosos, a los perros les encanta refrescarse para aliviar el calor, pero ello no significa que les guste estar mojados por mucho tiempo. La humedad, combinada con las altas temperaturas, genera una especie de ‘efecto invernadero’ que resulta molesto para los perros.

Además, este microclima cálido y húmedo favorece la proliferación de bacterias, hongos y levaduras, que pueden perjudicar la salud de nuestra mascota. Por todo ello, no debemos olvidar proporcionar un excelente secado al pelaje de nuestro perro, con especial atención a las orejas.